Wednesday, July 14, 2010

Bici


Cada día amo más mi ciudad. Santiago tienen ese encanto que sólo era capaz de ver en primavera. Sin embargo hoy, lo disfruto en invierno con su cordillera nevada, sus cielos frescos y puros después de un día de lluvia visto desde el San Cristobal, una montaña en el medio de la ciudad que le da de respirar a nuestros sucios pulmones.

Ademas con un chocolate caliente en mi café... que más se puede pedir. En primavera, ya lo dije, todo está en flor, vientos vienen desde la costa lo que hace que el cielo este lleno de pompones blancos con un fondo azul interminable.

En verano Santiago está vacío, todo el mundo se va de vacaciones y escapa y gracias a eso la ciudad queda para nosotros, los que amamos Santiago. Los resaturantes siempre tinen mesas disponibles, los cines nunca se llenan, no hay tráfico, siempre hay estacionamiento, la gente anda más calmada, puedes estar sentado en las terrazas de los pubs que son una delicia.

Y en otoño, todo cambia, muchos nos negamos a recibir el frio y resistimos en las terrazas, usamos aún ropa ligera y al más mínimo rayo de sol, corremos a ponernos nuestros shorts... ese es mi Santiago.

Una de las cosas que amo es recorrer mi ciudad en bicicleta y el cerro San Cristobal es una ruta obligada. es la mejor manera de ver la ciudad, hacer deporte y meterse en la naturaleza en medio de la selva de cemento.

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Monday, June 05, 2006

Tributo a la torre Eifel


Son pocos los lugares de Paris desde donde no se puede ver la torre Eifel, es increíble que una masa de fierros frios y retorcidos sean el símbolo de la ciudad más romántica del mundo y si pensamos que Paris es un gran corazón rojo como los de Smythe, entonces la torre Eifel es la gran flecha que lo atravieza. Lejos de lo estereotipos cursis en torno al amor y los enamorados, la torre Eifel es para mi un símbolo del atrevimiento y no me canso de mirarla.

Esta es una galería de varios angulos en lo que puede ver esta espectacular estructura, reconozco que cuando la ví me emocioné, que tuve que tocarla y cuando lo hice me dije "es cierto, estoy en Paris"

Paris


No importa la temperatura, no importa el cansancio, Paris siempre te invita a dejar las patas en la calle. Solo o acompañado, siempre hay un ricon para uno.